1. Inversión muy reducida: no se necesita tener un local físico abierto y los gastos son mínimos. Solo con tener una página web ya puedes empezar a vender productos. También, al ser un producto digital, no hay gastos de envío.
2. No hay almacenamiento: no hay que gestionar ni preocuparse por los stocks.
3. Libertad: se puede atender a clientes de todo el mundo en cualquier momento.
4. Facilidad de cobro: existen muchas formas de cobro con este tipo de productos.
5. Coste de producción muy bajo: el 95% es el tiempo que el autor tarda en crearlo.
6. Escalable: creas uno y puedes vender miles. El beneficio es cada vez mayor conforme aumenten las ventas.
7. Mercado: tiene un gran potencial de crecimiento.
8. Rapidez: en cuanto el cliente paga, ya tiene el producto en sus manos.
9. Automatización: se puede crear un sistema con el que desentenderte.